domingo, 17 de abril de 2011

Nuestra puerta

No importa cuántos pasen por la casa, esta es y será nuestra puerta. Nuestra de nosotros dos, de nosotros tres, de nosotros cuatro. Nuestra de nosotros seis y de todos los que quepamos por ella. Aunque tengo mis preferidos. Como tú entrando con la Paz de la mano y una bolsita de galletas. Como Dani esperándome en la cama en una noche muy fría. Cruzarla para llegar a la hamaca que esperaba en el patio de una tarde de verano. O esperar a Livia con sus clases de portugués. 

Cruzarla para después cruzar otra puerta, que lleva a otra puerta, que lleva a la puerta que esta antes de las puertas de tu casa. A solo dos cuadras y seis puertas, encontrarme tu sala, o tu jardín, esperándome con una taza de té hirviendo y una conversación que se traga enterita la tarde.

lunes, 7 de marzo de 2011

Abierto

Pase que está abierto, te diría si pudieras oirme. Y lo está, casi todo el día, mientras te espero, mientras me torturo de ausencia. Pase que está abierto te diría, si no hubiera cerrado ya, si no me hubiera cansado de esperarte.
Ya no pase, timbre, te digo ahora, con la cobija subiéndome lentamente por las piernas. Lenta, por que aún sueño con que aparezcas. Subiendo, porque el sueño me dice que ya no aguanta la espera.
No pase que ya cerré, te digo ahora con los párpados pesados y el miedo a las lágrimas.
Cerré porque acá va a llover y no quiero que la calle se inunde.